Desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, el cohete Falcon 9 de SpaceX despegó exitosamente este miércoles con dos módulos privados, Blue Ghost 1 (EE. UU.) y Resilience (Japón), en una misión clave para el programa Artemis de la NASA. El objetivo es recopilar datos que facilitarán futuras misiones humanas y no tripuladas en la Luna.

El módulo Blue Ghost 1, diseñado por Firefly Aerospace, llegará a la Luna en 45 días para desplegar 10 instrumentos científicos que analizarán el regolito lunar, el clima espacial y la composición del manto lunar. Entre sus innovaciones están la medición de la adherencia del polvo lunar, la perforación térmica del subsuelo y el uso de sistemas globales de navegación en la superficie lunar.

Por su parte, el módulo japonés Resilience, de Ispace, busca realizar un alunizaje suave, desplegar un vehículo explorador y probar tecnologías como la producción de alimentos en la Luna. Además, lleva consigo elementos culturales, como un disco conmemorativo de la UNESCO y una obra artística de Mikael Genberg.

Esta misión marca un hito en la colaboración entre agencias espaciales y empresas privadas para establecer una presencia humana permanente en la Luna hacia finales de esta década.