Un importante hallazgo arqueológico en San Casciano dei Bagni, Italia, ha sorprendido al mundo. En el yacimiento de Bagno Grande, un equipo liderado por Jacopo Tabolli desenterró artefactos que datan de hace 2000 años, incluyendo huevos intactos, 10,000 monedas, estatuas de bronce, joyas y coronas de oro.
Este sitio funcionó como un santuario romano asociado a aguas termales consideradas sagradas y con propiedades curativas. Era un lugar de culto donde se ofrecían objetos de alto valor artístico y monetario en honor a divinidades como Apolo, Higía y Asclepio.
Entre los hallazgos más destacados se incluyen una serpiente de bronce de un metro de largo, representando un «demonio bueno», y estatuas de figuras humanas. Estas reliquias reflejan la importancia espiritual y cultural del lugar, que también tuvo significación para los etruscos antes del Imperio Romano.
El descubrimiento no solo proporciona un vistazo único a las prácticas religiosas y sociales de la época, sino que también subraya la riqueza arqueológica de Italia, consolidándola como un referente en la conservación del patrimonio antiguo.