Un perro llamado Cornelio murió en San Luis Río Colorado, Sonora, tras un cruel acto de maltrato animal en el que dos menores le arrojaron pirotecnia al hocico, causando graves lesiones que le provocaron la muerte en una clínica veterinaria.
La dueña de Cornelio relató que su familia intentó dialogar con los padres de los menores responsables, pero estos se negaron a asumir la responsabilidad de lo ocurrido y no mostraron empatía por el daño causado. Además, debido a la falta de recursos y la dificultad para encontrar una clínica abierta, no pudieron atender al perro inmediatamente, lo que complicó su estado de salud.
La afectada ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía estatal, exigiendo justicia por el caso, y destacó la importancia de que los padres enseñen empatía y responsabilidad a sus hijos. Este incidente ha generado indignación en redes sociales y entre grupos de protección animal, quienes piden sanciones más estrictas contra el maltrato animal.